jueves, 24 de marzo de 2011

HISTORIA DEL ABANICO

La historia del abanico no es tan remota como se podría pensar en un principio. Algo tan simple como abanicarse con los más diversos materiales (plumas, hojas ...) no dió lugar al abanico hasta una relativa reciente creación. Aunque existían elementos para "airearse" el abanico de cierre y varillas se remonta apenas a 5 siglos atrás. Existían elementos simples, como el conocido paipai de una sola hoja rígida con un mango o empuñadura, y de gran variedad en formas y tamaños.

Se cree que por el siglo XV entre los años 1.400 a 1.425 los abanicos llegaron a China desde Corea. Los grandes "viajeros" los trajeron a Portugal, España e Italia (cuna de los mayores descubridores del planeta). Aunque según recientes estudios se cree que los primeros abanicos plegables fueron introducidos en Europa por los Jesuítas. Catalina de Médicis los introdujo en Francia. En la corte de Enrique III, tomando como ejemplo el Rey que los utilizaba se hicieron muy populares.

Pero la época de máximo esplendor fué durante los reinados de Luis XIV y Luis XV, en donde eran complemento indispensable en el vestuario de una gran señora. Se utilizaban materiales de auténtico lujo, como piedras preciosas, tafetán de Florencia (las telas italianas eran consideradas las más lujosas del mundo), oro y metales preciosos, etc. En el siglo XVII hacen su aparición en Inglaterra, pero el varillaje estaba sujeto a un mango rígido. Eran de gran tamaño, y adornados con motivos diversos, pintados por artistas de renombre.

En la actualidad, el abanico ha pasado a ser un mero complemento, muy poco utilizado. Aunque podemos relatar cientos de casos en la historia en las que aparece el abanico, este tuvo su gran época de esplendor como vehículo de un lenguaje invisible y cifrado con el que se podían expresar sentimientos e incluso se podían pasar contraseñas con la más variada finalidad. Aunque existe una compleja terminología, conocida como campiología para estudiar el lenguaje del abanico en función de la orientación del abanico y la forma de sujetarlo, nosotros vamos a dar las posiciones que eran más conocidas, sin adentrarnos en complejos estudios sobre el tema.

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